El potencial del Hidrógeno Verde en Chile
El mundo está haciendo esfuerzos para disminuir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), y de esa manera contribuir a detener el calentamiento global por debajo de la meta fijada en el Acuerdo de París. Chile fue uno de los primeros países Latino Americanos en fijar como meta la carbono neutralidad para el año 2050.
Las energías provenientes de fuentes renovables (EERR), en las que Chile es líder en Latinoamérica, juegan un papel preponderante en este objetivo y, a pesar del notable desarrollo tecnológico mundial de los últimos años, todavía se invierte muchísimo en continuar abaratando los costos de las mismas, así como solucionar los problemas de intermitencias propios de esta tecnología, principalmente a través del desarrollo de almacenamiento eléctrico a partir de baterías.
En los últimos años ingresó en la escena un nuevo elemento o tecnología que contribuirá notablemente a la reducción de las emisiones de GEI y es el Hidrógeno (H2) producido a partir de EERR ó Hidrógeno Verde (H2V) como se lo conoce.
El H2 es el elemento más liviano y que más presencia tiene en la naturaleza, pero no se encuentra en estado puro: es necesario obtenerlo de otros elementos, siendo uno de ellos el agua cuya fórmula química es H2O.
La forma de separar los átomos de H2 es a través de un proceso conocido como electrólisis, que consiste en hacer circular corriente eléctrica bajo determinados parámetros en equipos denominados electrolizadores, obteniendo H2 y O2 por separado.
Chile ha sido pionero en establecer una Estrategia Nacional para el H2V, ya que advierte el enorme potencial que tiene para producir EERR, ya sea proveniente de fuente solar en el centro y norte del país, como eólica en el sur.
Es tan grande el potencial de generación de H2V que necesariamente hay que pensar en que él mismo deberá ser exportado, ya que el mercado interno no alcanzará a tomar toda la producción posible.
El H2 tiene múltiples usos posibles, quizá uno de los más conocidos está relacionado con el transporte ya que ocupando muy poco volumen, podría reemplazar a gasoil y nafta utilizando celdas de combustible.
La producción de fertilizantes a partir de Amoníaco (NH3) es otro de los usos más difundidos del H2. Esta tecnología, adicionalmente, es la mejor por el momento para el transporte del H2 desde el lugar de producción al lugar del consumo.
Chile tiene un proyecto piloto en fase de construcción en la ciudad de Punta Arenas, donde se instalará una turbina de 3.4 MW conectada a un electrolizador. El H2 obtenido se utilizará para producir metanol y gasolina.
Los desafíos para desarrollar la tecnología son múltiples y requerirán de la participación de todos los estamentos de la sociedad para resolverlos: gobierno, empresas, ONG, comunidades, universidades, etc. Quizá el desafío más grande que tiene actualmente el H2 está relacionado con el almacenamiento y transporte del mismo, ya que es un producto que en estado natural es gaseoso, lo que implica que es necesario licuarlo o transformarlo en otro producto (por ejemplo, NH3) para transportarlo.
A pesar de que el camino a transitar es largo y está lleno de desafíos, el compromiso asumido por Chile en esta materia, me hace ser optimista en que permitirá lograr soluciones y alcanzar el desarrollo de esta industria, con alto potencial de valor agregado para el país.
La descarbonización tan necesaria, representa una enorme oportunidad para el desarrollo de tecnología cero emisión, que serán tomadas por los inversionistas en las medida que tengan reglas claras y estables en el tiempo.
Pablo Alberio
Director de Nuevos Proyectos Regionales CINERGIA