El desafío energético de Chile
En la actualidad, el almacenamiento de energía eléctrica es uno de los temas más relevantes en el mundo de la energía y Chile no es la excepción.
En los últimos años, Chile ha avanzado significativamente en la generación de energía renovable, principalmente a través de la energía solar y eólica. Sin embargo, una de las principales limitaciones de estas fuentes de energía es su intermitencia, lo que implica que no siempre se genera energía cuando se necesita. Por ello, el almacenamiento de energía eléctrica se presenta como una solución habilitante para garantizar el suministro eléctrico de manera estable y sostenible.
En Chile, existen varias opciones para el almacenamiento de energía eléctrica, cada una con sus ventajas y desventajas. Una de las opciones más comunes es el almacenamiento de energía en baterías. Las baterías se cargan con energía eléctrica durante los momentos de baja demanda y luego se descargan cuando se necesita energía adicional. Si bien las baterías son una opción popular, su costo puede ser elevado y su vida útil limitada.
Una segunda opción de almacenamiento de energía es el bombeo hidráulico. Este método implica utilizar la energía eléctrica para bombear agua desde un nivel inferior a uno superior, almacenándola en un embalse. Luego, cuando se necesita energía adicional, se libera el agua, generando electricidad en un generador hidroeléctrico. Aunque esta opción puede ser más costosa inicialmente, su vida útil es mayor que las baterías.
El almacenamiento térmico es otra opción disponible en Chile. Esta técnica implica almacenar la energía térmica generada por la energía solar durante el día para su uso posterior. La energía se almacena en un material que puede mantener la temperatura, como la sal. Cuando se necesita energía adicional, la sal se calienta y se utiliza para generar vapor y energía eléctrica. La central Cerro Dominador es la primera planta termo solar en el país, y se encuentra emplazada en la comuna de María Elena, en las cercanías de Calama.
No obstante, aún queda mucho por hacer para potenciar el almacenamiento de energía eléctrica en Chile. Uno de los principales desafíos es reducir los costos de las tecnologías de almacenamiento, especialmente en el caso de las baterías. Otro punto sumamente importante a considerar es la regulación y el marco legal para la integración de sistemas de almacenamiento en la red eléctrica. Se deben establecer normativas claras que permitan la conexión de estos sistemas y su participación en el mercado eléctrico, lo que fomentaría la competencia y la innovación en este ámbito.
En conclusión, el almacenamiento de energía eléctrica es un elemento clave para la transición energética de Chile y debe ser considerado como una prioridad en la agenda del país. La inversión en tecnologías de almacenamiento eficientes y económicas, así como en su integración en la red eléctrica, es fundamental para lograr una matriz energética más sostenible y confiable en el futuro.
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Daniel Soto
Gerente Comercial CINERGIA
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